Diciembre es un mes que, por lo general, causa mucha alegría a la mayoría de la gente.
Significa el fin de un año largo y duro. Aunque a lo largo del mismo, todo el mundo ha tenido algunos buenos momentos, como las vacaciones de verano.
El mes de diciembre trae consigo la Navidad que es motivo de alegría y felicidad. Un momento en el que desinhibirse y olvidarse de todos los problemas del año. Días de reencuentros con familiares que viven lejos, de acordarse de amigos que no te importan el resto del año y de celebrar, celebrar y celebrar.
Lo mejor de todo es que, si no tienes un contrato con pagas prorrateadas, te llega el ingreso de la paga extra de Navidad.
“¡Qué bien me viene esta paga para comprar los regalos de navidad!”
Te suena esta frase, ¿verdad?
Además, la Navidad trae consigo otros muchos gastos asociados: fiestas, familia, comidas, cenas, diversión, regalos…
Lo que suele suceder normalmente es que, como cuentas con más dinero del que tienes en cualquier otro mes del año, sueles gastar más.
Esto ocurre porque tus finanzas son como un vaso de agua.
No obstante, el tiempo avanza implacable y tras diciembre, llega el mes de enero.
Con él, llega la tan temida cuesta de enero. Te acuerdas de que tienes una cuenta bancaria y ésta te recuerda que te has pasado por el forro tus finanzas, gracias al despilfarro.
Así que, no te queda más remedio que desear que llegue rápido el fin de mes e ingresen tu ansiada nómina.
Enero no tiene la culpa de que no sepas gestionar tus finanzas
Calma, todo mal tiene remedio.
Hoy te presento al fondo de seguridad o colchón de ahorros.
Serán los encargados de cuidar de tu tranquilidad financiera en momentos como este.
- Artículo relacionado: ¿El dinero te quita el sueño? Crea tu fondo de seguridad
¿Qué es un fondo de seguridad?
Un fondo de seguridad o colchón de ahorros no es más que una cantidad de dinero que tienes ahorrada y apartada en otra cuenta bancaria.
Como bien dice su nombre, este fondo de seguridad es de fácil acceso pero que deberías utilizar únicamente en emergencias o cuando lleguen gastos imprevistos.
Para que lo entiendas mejor, vamos a dejar que Carl y Ellie, de la película “Up”, te lo expliquen:
[arve url=»https://youtu.be/1Cc1aAQJUgw» align=»center» maxwidth=»600″ /]Como has podido ver Carl y Ellie tenían un fondo de seguridad al cual recurrieron cuando tuvieron imprevistos.
Una avería en tu vehículo, un electrodoméstico que se estropea o tener que pagarle a Hacienda son cosas que te pueden ocurrir a menudo.
La función de este fondo es la de protegerte ante cualquier imprevisto económico inesperado que pueda estar esperándote a la vuelta de la esquina.
Suele decirse que: “más vale prevenir que curar”. Con tus finanzas es importante que seas precavido porque, por el momento, una gran parte de los problemas se solucionan con dinero.
Hay muchas situaciones que no están bajo tu control. Vives en una sociedad en la que, de la noche a la mañana, pueden suceder cambios radicales que llegan de improviso.
Un fondo de seguridad te puede proteger de situaciones que quizá que ni te hayas planteado.
Por qué deberías tener un fondo de seguridad
Si mañana ocurriese un apocalipsis zombie y tuvieses sobrevivir con los alimentos que tienes en tu casa… ¿Cuánto podrías sobrevivir?
Vale, soy un poco exagerado…
Pero si has visto algunas películas de zombies, son los más débiles y los que menos preparados están los que caen primero.
Con tu fondo de seguridad sucede lo mismo. Sobretodo si no tienes uno.
Esperemos que no llegue tal apocalipsis, pero te puedo asegurar que hay situaciones que te pueden hacer sentir igual de estresado.
¿Tienes ingresos que provienen de negocios o alquileres de bienes raíces?
¿Qué pasaría si tus clientes o inquilinos dejasen de pagarte?
Impago de inquilinos, proveedores e incluso cierre de negocio
La cultura del ladrillo en España es está comúnmente extendida.
Así que no sería extraño que tú también tuvieras algún piso o local comercial en alquiler. Suelen ser una buena fuente de ingresos, adicionales a tu trabajo. En ocasiones, teniendo en cuenta los salarios tan mediocres que se mantienen en este país, estas rentas adicionales ayudan a llegar con más holgura a fin de mes.
Puede que seas socio en algún negocio con tu dinero o que tengas tu propia empresa.
En estos casos, aún estás más expuesto a riesgos que te pueden dejar en una mala situación.
Los Inquilinos que dejan de pagar el alquiler pueden ser un gran dolor de cabeza. Y no es una tarea sencilla conseguir cobrar los meses que han dejado de pagarte. Incluso, si se niegan a pagar y te ocupan el piso, te supondrán un problema doble. No puedes volver a alquilarlo ni percibes el dinero que te deben.
En un negocio te puede pasar algo parecido. Si un cliente deja de pagarte es posible que no tengas modo de pagar a tus proveedores. Y nadie hace algo a cambio de nada…
Si te ves en esa encrucijada, es muy posible que tengas que echar el cierre o que tengas que endeudarte con el banco para poder pagar tus facturas.
Por este motivo, es importante mantener una parte de tus ahorros destinada a crear un fondo de seguridad.
Sin embargo, si no tienes ninguna de esas fuentes de ingresos, hay casos mucho peores.
¿Y si mañana mismo te despiden de tu trabajo?
Protegerte ante un despido o no renovación en tu trabajo
Por suerte, jamás me han despedido de un trabajo, pero sí que han prescindido de mis servicios al finalizar mi contrato.
Fue una situación que la primera vez que me ocurrió, no me la esperaba. Y si te soy sincero, lo pasé terriblemente mal. Ya no solo por la sensación de fracaso que me invadió, sino por ser una situación que estaba totalmente fuera de mi control y que no vi venir.
Fue en 2012, era mi primera experiencia profesional como ingeniero y sabía que el mercado laboral estaba terriblemente mal. Me dieron 6 meses de prestación de desempleo pero no fue consuelo suficiente.
Por suerte, vivía en casa de mis padres, tenía mis ahorros y podía contar con su respaldo.
Pero, ¿y si no hubiera sido así?
En 2014, me ocurrió la misma película. Pero en ese momento estaba viviendo en Milán.
El hábito de ahorro y tener un fondo de seguridad me dio la tranquilidad suficiente para poder buscarme otro trabajo. Gracias a eso, me pude permitir el lujo de buscar sin la desesperación de tener que coger el primer trabajo del que me llamasen.
La vida puede dar muchas vueltas y los trabajos indefinidos hoy no significan nada. Para una empresa, sobretodo si es una multinacional con muchos empleados, no dejarás de ser una simple ficha. Cuando quieran prescindir de ti, les va a dar igual quién seas, qué sepas hacer o qué valor hayas aportado a la empresa.
Para una empresa, eres un simple coste a nivel contable
Cuando llevas varios años en un mismo puesto de trabajo se genera una falsa sensación de seguridad. Puede que te hayan ascendido y eso te dé aún más sensación de tranquilidad. Pero la empresa puede sufrir una reestructuración, ser fusionada con otra corporación o simplemente que llegue una crisis y afecte al sector.
Es probable que ahora que lo tienes claro te preguntes qué cantidad tienes que destinar.
Cuánto dinero destinar al fondo de seguridad
Esta es una pregunta de múltiples respuestas.
Cada persona es un mundo. Por eso mismo, todos tenemos distintas necesidades.
Sin embargo, un ejercicio muy útil es calcular cuantos gastos tienes en un mes normal y corriente, para posteriormente calcular tu libertad financiera.
¿Cómo se calcula? Pues muy simple.
- Anota todos los gastos que tienes a lo largo de un mes natural: alimentación, alquiler, hipoteca, bienes de primera necesidad, facturas, gastos en ocio… Apunta todo lo que gastas en un mes normal. Ese es el dinero que necesitas para vivir durante un mes.
- ¿Cuánto dinero tienes en tu cuenta del banco? Si tienes varias, suma el dinero que tienes disponible.
- Haz la división:
Una persona que tiene un alto nivel de vida puede necesitar 2.000€ al mes mientras que, otra más austera, con 600€ se las apañe. Pero, si el primero tiene 7.000€ en el banco, tiene menos libertad financiera que el austero que tiene tan solo 3.000€.
El primero tendrá 3 meses y medio de libertad financiera, mientras que el segundo tendrá 5 meses.
Lo recomendable sería acumular una cantidad equivalente a entre 3 y 6 meses de tus gastos
Debes tener en cuenta una cosa. Si todavía no tienes tu fondo de seguridad listo, no te preocupes. No se trata de que dejes de atender otro tipo de actividades que quieras realizar con tu dinero. Si tienes destinada una parte de tu ahorro a realizar inversiones, sigue haciéndolas.
A lo que quiero llegar es a que, a lo largo del tiempo, destines una cantidad de dinero para tu tranquilidad.
Vale, pero… ¿cómo me hago un fondo de seguridad?
Cómo crear mi fondo de seguridad
Hacer tu propio fondo de seguridad es bastante simple.
Te voy a recomendar que consideres 3 características muy concretas para que tu fondo de seguridad no te traiga ningún imprevisto:
1. Que sea de fácil acceso
Esto quiere decir, que siempre puedas disponer de tu dinero. En el momento en el que te llega una emergencia debes ser capaz de reaccionar con rapidez.
2. Que sea seguro
Este dinero no es para probar experimentos. La premisa más importante es la de 0 riesgos. Olvídate de invertir este dinero en acciones, fondos, criptomonedas o cualquier otra idea que se te ocurra. Este dinero tiene que estar en una cuenta y que a golpe de tarjeta o transferencia te pueda sacar de un apuro.
3. Que sea rentable
Te recomendaría que en vez de hacerlo a través de una cuenta corriente lo hagas en una cuenta de ahorro remunerada. Lo más importante de todo es que sea una cuenta sin comisiones y sin obligaciones de permanencia.
Además, dentro de las cuentas de ahorro remuneradas, es recomendable que el abono de intereses se haga de forma mensual y no anual. Ya que, en algunas cuentas que lo hacen de forma anual, si retiras tu dinero durante ese periodo puede que no te abonen los intereses generados.
Conclusión
Tener un colchón de seguridad da muchísima tranquilidad. Pero, son pocas las personas que ven los beneficios de tenerlo hasta que les llega una urgencia económica.
Entonces llegan los lamentos, los nervios, la ansiedad y los bloqueos.
La falta de liquidez en esas situaciones puede llegar a cegarte y no dejarte ver con objetividad las opciones que tienes disponibles para solucionarlo.
No dejes en manos del destino aquello en lo que tu puedas intervenir.
Pero si no lo tienes, tampoco te obsesiones con ello. No se trata de que ahora te pases meses ahogado intentando ahorrar para construir tu fondo de seguridad.
Mi recomendación es que asumas el hábito de ahorrar con regularidad. De ese ahorro, puedes destinar una parte a invertir, o simplemente hacer hucha para algún objetivo que tengas. Si tienes planeado un viaje, una compra de cierto importe o lo que sea que necesites. Pero, no te olvides de destinar una pequeña de ese dinero a una cuenta que no vayas a tocar.
No te obsesiones con acumular grandes cantidades, ya que tener mucho dinero en una cuenta remunerada tampoco es una idea brillante. La inflación es el impuesto invisible, así que, si ya dispones de unos cuantos meses de ahorro, destina ese dinero en productos con mayor rentabilidad aunque conlleve de cierto riesgo.
Espero que te haya gustado el artículo. Yo disfruto de los beneficios de tener un fondo de seguridad que, incluso, me ha servido para invertir en alguna oportunidad que me ha ido surgiendo.
Si tienes problemas para ahorrar, te sugiero que te descargues la “Plantilla de Ahorro: Método Kakebo” que encontrarás en el cajetín color mostaza un poco más abajo 🙂
Será una gran forma de empezar a ahorrar y destinar una parte a tu fondo de seguridad.
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Cada vez te superas más con los artículos, este me ha encantado! Me encanta «tu voz» y se te nota muy cómodo en ella 🙂
Wiii estoy haciendo algo bien!! Jaja aunque viva pensando que apenas ahorro, me has dejado muy tranquila. Yo tengo para sobrevivir sobradamente algo más de 6 meses, vivaaaaa!! 😀
Una cosa que me sorprende y no concibo es la gente que dice que todos sus ahorros son 100€. Creo que entraría en ataque te pánico si un día veo mi cuenta así jaja.
Como tú bien dices, nunca se sabe lo que puede pasar. En la vida hay imprevistos y la seguridad laboral en realidad no existe. Así hay que tener un plan B.
En fin, sigue concienciándonos con tus sabios consejos :))
Un abrazo!
¡Hola María!
Jajajaja que bien leer comentarios como el tuyo 🙂
En próximos capítulos hablaré de qué hacer con ese fondo de emergencia para que luche un poco contra la inflación.
Con esa gente, a mi se me ponen los pelos como escarpias. Si te gustan las emociones fuertes, puede ser divertido. Ya que, un imprevisto económico te puede estar esperando a la vuelta de la esquina. Lo curioso es que, una parte de esta gente, justifica que solo tiene 100€ porque le pagan poco. Pero, en algunos casos, van con sus iPhones, se pegan sus buenas vacaciones o montan bodas y lunas de miel de ricos.
El principal problema es la falta de educación financiera y el hedonismo.
¡No se puede ayudar a quién no pide ayuda.
En más de una ocasión, hablando con gente con una mala relación con su dinero, he tenido que ir respondiendo «aham, aham» a todas sus frases. Que les des con la realidad de otra perspectiva, es algo que no están dispuestos a aceptar. En esos casos, es mejor dejarlo correr.
¡Un abrazote!