El agua, como cualquier líquido, siempre tiende a expandirse y fluir para llenar cada espacio de un contenedor. Por eso, cuando lo tenemos en un vaso se comporta de manera diferente que cuando lo tiramos al suelo.
Clase de física finalizada.
El señor Amancio Ortega tiene un vaso de agua. En realidad, espero que tenga unos cuantos más. Pero este vaso tiene una peculiaridad. Es un vaso del tamaño de una piscina olímpica.
Tú y yo, sin embargo, tenemos un vaso de tamaño habitual. Tanto el vaso de Amancio Ortega como el tuyo y el mío, se llenan de agua en cada inicio de mes.
Por si no te habías dado cuenta, el agua simboliza el dinero que ganas mes a mes. Mientras el vaso, simboliza tu cuenta bancaria.
El ciclo del agua
A principios de mes, te pasan los cargos por los servicios contratados en tu cuenta bancaria. Por ejemplo: alquiler o hipoteca, recibo de la luz, recibo del agua, recibo del gas, recibo telefónico, recibo, recibo y más recibos… Tu vaso de agua, en consecuencia, pierde un poco de agua con cada gasto que cubres.
Va pasando el mes y vas realizando pequeños micro gastos que son necesarios. Ir al supermercado, poner gasolina, comprar el abono de transporte, etc. El vaso pierde otro poquito de agua.
El ser humano es un ser social, y como buen ser social se relaciona con mucha gente y realiza actividades sociales. ¿Qué quiere decir esto? Qué tanto tú como yo y como el señor Amancio Ortega, de tanto en tanto, nos vamos a cenar y a tomar unas copichuelas con nuestros respectivos amigos. El vaso de agua sigue bajando.
Gracias al bombardeo consumista que recibimos día tras día a través de todos los medios que consumimos (la televisión, los periódicos, las revistas, las redes sociales… la publicidad), acabamos comprando cosas que realmente no necesitamos. Las compramos únicamente por el hecho de que nos incitan a comprar.
Entonces llega fin de mes y…
Siempre te falta dinero
Llega fin de mes y tienes el vaso completamente vacío. O lo que es lo mismo, tu cuenta corriente. Pero en vez de reflexionar y analizar esa situación, lo primero que haces es quejarte de qué poco te dura el dinero.
Seguramente te suene esa escena. Estoy seguro de que conoces a alguien así.
Estas personas, por norma general, tratan de ahorrar cuando se acaba el mes. Como es habitual, si no se lleva un control de los gastos, acaban gastando todo lo que tienen, o más, si utilizan tarjeta de crédito.
Controla tus gastos para poder tener una visión de cómo van tus finanzas
Es entonces cuando el ahorro pasa a un segundo plano. Y, el supuesto Plan B de ahorro, suele venir acompañado de la siguiente frase: “Ahora no puedo, pero si me dan un aumento en el trabajo, empiezo seguro.”
A medida que creces, tus gastos crecen
No sé cuán lejanos te quedan aquellos maravillosos 18 años. Tiempo en el que soñabas con ser mayor para tener tu dinero y hacer lo que te diese la gana.
Supongo que ahora te das cuenta de lo equivocado estabas. Acabas siendo un esclavo del dinero y contando cada céntimo para llegar a fin de mes.
En esa época, con cualquier trabajillo, sacabas algo de pasta que para ti ya era como sentirte un jeque árabe. Cubrías tus gastos, que por lo general era: comprarte algo de ropa, darte algún capricho, salir de fiesta y emborracharte. No tenías prácticamente deudas ni responsabilidades más que estar en casa a cierta hora o comportarte como la persona adulta que empezabas a ser.
Con el paso de los años, si habías decidido pasar por algún ciclo formativo o la universidad, puede que hubieses tenido que dedicar parte de esos ingresos en pagarte los estudios. Eso, si no contabas con la suerte de que te lo pagasen tus padres.
Pero van pasando los años y llegas a los 25. Al empezar a tener un poco más de experiencia, tu sueldo ya no es el mismo que recién salido del nido a tus 18.
En consecuencia, los botellones antes de la fiesta se empiezan a convertir en cócteles o copas en algún local ambientado con buena música. Tu ropa empieza a ir acorde a tu estilo y ya no solo tienes trapos del Primark.
Si no lo tienes ya, empiezas a tener ganas de tener tu coche o moto. Tener tu propio espacio empieza a ser ya prioridad. Si tienes pareja, ya no la llevas a comer a tu Kebab de confianza.
Y así sucesivamente. A medida que vas creciendo, vas haciendo crecer tu ritmo de vida.
Es lógico y normal.
Un aumento de sueldo no te soluciona nada
Eres ya una persona adulta y responsable. Pero llevas un ritmo de vida que empieza a parecerse a una carrera de Fórmula 1. Tienes amigos a los que les van las cosas bastante mejor que a ti, pero tú no quieres quedarte lejos de ellos.
Tu sueldo, objetivamente, puede que no sea malo. Pero siempre quieres más, porque necesitas más dinero para gastar.
Has trabajado muy duro, ayudando a tus compañeros y demostrándole a tu jefe que te mereces ese aumento. Se lo has pedido ya unas cuantas veces demostrándole tu profesionalidad y productividad.
Llega por fin el día en el que tu jefe te llama a su despacho para decirte que te sube el sueldo 2.000€ brutos anuales por tu entrega hacia la empresa. Tu vaso de agua se ha hecho un poco más grande ahora.
La emoción te sobrepasa. Se lo agradeces y te vas a casa con el pecho inflado lleno de orgullo.
Qué pena que sea tan efímero.
Llega fin de mes, y ves que esa subida a duras penas llega a los 100€.
¡Eh, pero habías dicho que cuando te diesen el aumento ibas a ahorrar!
¿Qué haces ahora? Resignarte y convertir ese maravilloso plan de ahorro que tenías en Plan C … D… E…
Deja de querer ahorrar y empieza a hacerlo
¡Felicidades, ya estás en la famosa carrera de la rata!
Se llena el vaso → lo vacias → se llena el mes siguiente → lo vuelves a vaciar …
¿Y el ahorro para cuándo?
El 58% de la población se endeuda para llegar a fin de mes.
El principal problema en nuestra organización personal es no saber utilizar correctamente las prioridades. El hedonismo, o lo que es lo mismo, buscar el placer inmediato y evitar el dolor, juega mucho en tu contra si no le das el enfoque adecuado.
El ser humano tiene una persistente tendencia al hedonismo y una percepción limitada al corto plazo. Y es, en el largo plazo, dónde realmente se encuentran beneficios que perdurarán a lo largo del tiempo.
A la hora de ahorrar, somos incapaces de ver más allá del presente.
No da la misma satisfacción ver 1.000€ en la cuenta de ahorro que tener en tus manos el último Iphone que ha salido a la venta.
Todo lo que no te acerque a tus objetivos, te está alejando de ellos.
Si piensas que ahorrar es una acción que te provoca sacrificio a corto plazo, cambia de enfoque. Empieza a ver los beneficios del ahorro mes a mes a largo plazo.
- Podrías tener una urgencia de aquí a unos meses y solventarla sin dolores de cabeza ya que tienes el dinero para imprevistos.
- Podría aparecerte una oportunidad de invertir en un nuevo negocio: participar y recibir ingresos pasivos.
- Podrías pagarte el viaje que siempre has querido, gracias a haber dinero poco a poco durante un tiempo.
- Podrás pedir una hipoteca sin problemas ya que dispones de al menos el 20% del valor del piso que deseas comprar.
Todo el mundo quiere ahorrar, pero son aquellos que toman acción y se comprometen los que están más cerca de sus objetivos.
¿Sabías que ahorrando 200€ al mes, no te tendrás que volver preocupar jamás de tu jubilación? De esto hablaré en un próximo post.
¿Te ha gustado el post? Déjame un comentario.
Gracias Mario, la verdad es que no me lo había planteado así 🙁
Voy a tomarme en serio lo del ahorro. A ver si consigo cambiar mi vaso, por una jarra, después una botella y así sucesivamente. Sería genial tener una piscina 🙂
Enhorabuena por tu blog!
¡Hola Elena!
Me alegra leer tu comentario 🙂 El ahorro es tema serio, pero se puede conseguir ahorrar incorporando hábitos diarios en tu vida. Poco a poco y con paciencia.
¿Quién no querría tener una piscina? Por eso, como bien dices, primero una jarrita, luego una botella… Pero llegará un momento en el que para crecer más tu vaso, será conveniente que tu «agua» trabaje para tí y te haga llenar un poquito más el vaso.
De eso voy a hablar próximamente 🙂
¡Muchas gracias!
¡Buen artículo Mario!
Me ha marcado bastante esa última frase, «Todo lo que no te acerque a tus objetivos, te está alejando de ellos», la cual se puede extrapolar a cualquier ámbito de la vida.
Seguiré tus consejos y me pondré a hacer cuentas para ver si puedo ahorrar esos 200€ al mes que comentas… porque el tema de la jubilación, aunque de momento me pilla algo lejana, es algo que, visto como está el percal, ¡da miedo!
Estaré atento a los siguientes artículos. Ya tienes un suscriptor más 😉
¡Hola Carlos!
Frase rompedora y aplicable a muchas cosas, ¿eh?
Ante todo paciencia, ahorrar es un hábito y no tiene que ser algo que te cree ansiedad ni sufrimiento. Además, ten en cuenta que esos 200€… no es un número mágico que valga para todo el mundo. Hay gente que por su nivel de vida necesitará más ahorro y gente que menos.
Pero sí, el tema de la jubilación da para otro post (que posiblemente caerá 😀 )
¡Muchísimas gracias por tu comentario!
¡Hola Mario!
Enhorabuena por tu blog y por esos primeros post que nos están haciendo comernos la cabeza y empezar a cambiar la mentalidad a más de uno.
Está claro que cuando tan poca gente ahorra es que hay un problema, quizás no se le esté dando la importancia que tiene, nos falta una educación financiera, incluirlo en nuestras costumbres o llámalo X, pero está ahí.
Muy interesante el enfoque hedonista como posible culpable, estoy muy de acuerdo en eso de que el ser humano busca el placer inmediato y a corto plazo, del largo plazo pocas veces nos acordamos…
Gracias!
¡Hola Laura!
Muchísimas gracias por tu comentario. Es un placer 🙂
Nos falta mucha educación financiera, pero tampoco dejo de lado que en ciudades como Madrid y Barcelona es mucho más difícil. Los sueldos son ligeramente superiores que en el resto de ciudades. Sin embargo, la vida se está encareciendo a pasos agigantados, impidiendo así poder ahorrar en muchos casos.
De todas formas, lo del hedonismo es algo que nos caracteriza. Siempre buscamos el placer inmediato y dejamos de lado los beneficios que podamos conseguir en un futuro. Yo no fui consciente de ello durante mucho tiempo.
¡Gracias a tí!
Hola Mario!!!
Tienes toda la razón cuando dices que, en la medida que crecen nuestros ingresos crecen también nuestros gastos y por lo tanto, nos quedamos como estábamos antes.
Totalmente de acuerdo en que sacrificamos el ahorro por el placer inmediato de tener cosas que, muchas veces, ni siquiera son tan necesarias.
Me quedo con las ganas de saber que harás con esos 200 € para no tener que preocuparte de cara a la jubilación, así que estaré pendiente de tus próximos post…
Enhorabuena por el blog, realmente hace falta mucha cultura financiera en este país.
¡Hola Mónica!
Muchas gracias por tu comentario 😀 Me alegro de verdad que te haya gustado.
Como dices, hace falta mucha cultura financiera. Pero también hace falta resetear un poco las ideas preconcebidas que tenemos sobre ciertos temas para poder aprender abiertamente. Todavía hay mucha gente a la que le da miedo hablar de estos temas y que creen que «es lo que hay».
Seguramente el próximo post sea el que comentas 😉
Quería llevar una secuencia de posts lógica antes de meter las manos en la masa.
Gracias de nuevo.
¡Que tengas un gran día!
Hola Mario!!
Muchas gracias por este artículo!! Es como si estuviera directamente para mí, ya que yo fui de los jóvenes que estudié «lo mínimo» para poder trabajar lo antes posible y así ganar dinero para hacer lo que quisiera.
Lo conseguí, y desde que empecé no me he privado de nada, he viajado y he salido mucho, pero después de estar 12 años trabajando, miro mi cuenta y me pesa no tener más que unos miles de euros, me conformo pensando en todo lo que he vivido, pero ahora que estoy en un momento de cambio, hay muchas opciones que me son limitadas porque no tengo unos ahorros que me respalden, y por esa parte, si me estoy arrepintiendo. Así que lo coja como inspiración y lo haré, ?¿como aconsejarías hacerlo?¿ Con una Cta de ahorros donde a principios de mes traspasar el dinero? Muchas gracias y te seguiré en estos nuevos consejos que nos das, enhorabuena!
¡Hola Ana Isabel!
Primero de todo, gracias a ti por comentar 😀
Respecto a lo que comentas, que tengas algunos miles de euros, ¡tampoco suena tan mal! ¿Que podrías tener más? Sí, claro. Pero también creo que viajar, más que un gasto, es una inversión en crecimiento personal.
Como dije en este post, esta es la mejor inversión que puedes hacer en tu vida. Y si eres consciente de ello, incrementarás tus ingresos y tu capacidad de ahorro. Así que no te lamentes por el «y si» porque siempre estamos a tiempo de enderezar las cosas. El dinero va y viene, pero si eres capaz de mejorar tus ingresos, no te preocupes que tu ahorro pasará a ser mucho mayor si eres consciente de tu salud financiera.
Que además sé que lo vas a hacer 😉
De todas formas, si tienes el dinero parado, siempre puedes meterlo en una cuenta remunerada tipo ING u Openbank, que aunque den una miseria, es más de lo que da una cuenta corriente y sin comisiones. Al menos mientras vayas sintiéndote segura con otro tipo de formas de mover el dinero de las que iré comentando en los siguientes posts.
Yo mismo tengo una cuenta en Openbank donde tengo algo de dinero «parado» pero dándome algún eurillo cada mes 🙂
De nuevo, ¡gracias a tí!
Un abrazo,
Mario.